El amarillo es un color complicado, pero no por sí mismo, ni porque resulte difícil de integran en la decoración de un espacio, sino porque carga consigo el lastre que le han puesto los supersticiosos… Ese lastre que augura mala suerte.
Lo cierto es que el color amarillo ofrece infinidad de ventajas y posibilidades a la hora de introducirlo en la decoración, ya sea de forma notable o a través de pequeños detalles. Pero también es cierto que pocos son los que se atreven con el color amarillo en sus versiones más llamativas, por lo general, siempre se apuesta por el amarillo en tonalidades pastel que pasan más desapercibidas.
Hoy te proponemos que dejes a un lado las supersticiones y apuestes por el color amarillo…
Y es que además de resultar realmente llamativo y ser capaz de crear espacios encantadores y que no pasarían nunca desapercibidos, el color amarillo es capaz de iluminar cualquier espacio, de añadirle alegría y de llenar el ambiente de energía y entusiasmo.
El amarillo es perfecto para cualquier estilo decorativo y también para decorar cualquier espacio o estancia. Además, es el aliado perfecto si se quiere decorar un espacio que cuenta con poca iluminación.
Se trata de un color que combina con muchos otros colores, todo depende del resultado que se quiera obtener. Si se busca una decoración elegante y con mucho estilo, resulta idea combinado con colores neutros (blanco, beige, grises…). Y si lo que se quiere es una decoración divertida y algo más arriesgada, se puede combinar con rojo, violeta, azul, fucsia…
¿Te animas a decorar con amarillo?